12.4.17

intervención 2

vinieron taladrados de perla infinita
ancianos mercenarios provenientes de Calcuta
vaciados eternamente de fluidos
y con una sola orden:
morder
pero no supieron esperar la coagulación
de las salivas negras
y se volvieron salamandras
untadas en el óxido del esmeril


d.

17.1.13

10 segundos


para robar un auto
solo necesito 10 segundos,
alfil blanco toma caballo negro

huir desesperado al crepúsculo
exige más tiempo,
una toma aérea de la persecución
lo complicará todo un poco más,
torre negra toma peón blanco

las patrullas volando sobre las nubes
y ensangrentados vidrios rotos decorando el pavimento,
unos dos o tres minutos,
alfil atravesado
cae ante reina negra


se cierra con un primer plano del tablero ensangrentado


d.

22.8.11

ejércitos 1

yo que herí al viento

en las viejas batallas que mis ojos

iniciaron


yo que incendié iglesias

con el calor de mis manos

y gasolina barata


hoy despierto en blanco,

despierto atado


grilletes negros vueltos azúcar



d.

6.3.11

agente naranja y el club mermelada


no fue tan fácil morir en combate
demasiados embutidos uniformados
policías pederastas y sus diosas eslavas

groupies borrachas
tragándose las balas con mi nombre

montando los chaquiñanes de la noche
todos huyendo hacia el club mermelada
buscando un dealer brumoso
violento
ansiando su lengua

y bailo
sobre el sepulcro vacío de mi calavera reluciente
y las hienas rabiosas
marcando cruces en la loma
sobre minúsculas fosas púrpura

con orina de merthiolate

rastreando, infructuosamente
ese aliento a bolero negro de la madrina
entre las braguetas del vecindario

caigo a carcajadas
rendido
al fondo de la quebrada de San Juan
escuchando a los zombies morder mis sesos

-chifles en trocitos para un extra crunch-

y el hedor que se eleva
feliz

recogiendo los pasos
de esta dosis final de agente naranja


d.

21.4.09

intervención 1

voy encontrando corazones salpicados de leche

sobre los bordes  del agua de mar

y tus hormigas  marchan por las retinas

cantando y blandiendo sahumerios 

buscando batallas cuidadosamente perdidas

respirando moretones con sus insectas antenas 

ejércitos que se arrastran silenciosamente

reviviendo piquetes y heridas desarticuladas

bajo los aguaceros del principio.


d.



3.3.09

eva medusa


día 6

solo por saber qué se sentía
intentaste morir
en su sexo,
y descubriste un camposanto
cubierto de azúcar:
libertad zurcida al cuerpo
no necesitas ya nada
que ayude a tu sangre
a estar despierta,
no necesitas
recurrir a la locura temporal
ni cargarle tu muerto a nadie
ser el dueño del panal
y de la miel,
en el séptimo cielo
en la habitación #3:
sí, miel zurcida al cuerpo




día 9

nada te detuvo entonces
ni la memoria ni el olvido
tampoco la angustia
que para ese tiempo
te crecía como mala hierba
solo lo hiciste,
a secas
y así todo se redujo a olvidar
y se terminaron los finales
y los principios
los fuegos y las cenizas
y hasta las camisas dejaron de ser de fuerza
y todo fue aquí
justo arriba de tu sombra



día 10

hoy
que tanto beato
y tanto intruso
golpea a su puerta
hoy
que de rodillas
desean todos su altar,
y para lograrse sitio
encienden cirios
en cada amanecida
hoy vienes
sacrílego e irreverente,
hijo pródigo incestuoso
vienes
a ella, antónima
nunca tuya
siempre contraria
siempre oración,
ella
libro de cantos
en tu cuerpo,
cancionero de vino tinto
sobre las sábanas
hoy, y solo por hoy
a la hora de las confesiones
buscas la absolución
pero no la encuentras
sino solo cuando relees
su nombre
en aquel misal que lleva en el pubis



día 12

qué necesitan ahora
tus dioses,
qué sienten
ante esa humedad que ya no les pertenece,
ante tanta piel derramada en vano



día 16

(y soñó que era hombre
y que poseía un hijo, de él
y de su amiga que soñaba
que era madre
del hijo del niño y la niña
que soñaban con
tener un hijo de verdad
pero cuando despertaron
se sintieron tristes
ante la certidumbre
de que el hijo que iban a tener
era un adulto soñando ser niño)



hogar

mírate, es demasiado tarde,
ya nadie vuelve del infierno
a intentar lanzarse en tus veranos
llenos de aguardiente y de sudor
todo es diferente ahora que tengo
la fe necesaria
para no confiar en tu dios,
no volveré a tener malos sueños
con tu ensortijado corazón funk
ni desperdiciaré más noches
contando mendigos en las calles
tengo un reflejo almibarado ahora,
tengo también menos memoria,
vos, media vacía
de tanta sangre que te robaron
te volviste solo contorno
solo ruido de estática,
empanada de viento a medio comer



canción de cuna

recuerdo una época mejor
cuando las tormentas y la nieve de la luna
tornaban blanca mi naríz
y el sol traidor
-espía de algún dios subalterno-
aparecía más tarde en las montañas
yo tenía un héroe llamado Jackie Chan
y nada me gustaba más,
nuestros padres saltaban viejas canciones
y se gastaban en la crónica roja
de los noticieros AM
recuerdo que todos eramos felices
y la sangre corría,
yo tenía un héroe llamado Jackie Chan
y nada me gustaba más,
el amor era demasiado limpio
como para ponerse a jugar con él,
y el aire siempre olía
a cafeína y nicotina
no recuerdo una época mejor
que cuando vivimos en South Park,
la luna se colaba por la tubería de la ducha
y tornaba blanca mi naríz



Bill
a William Burroughs

niño diablo, vuelve aquí,
necesitamos tu aliento en nuestras lenguas,
tu sangre en nuestros ojos
no queremos otra falsificación
que finja tu sabor
esta noche no se puede perder,
la preparamos para ti, niño diablo, la oscurecimos,
asaltamos las cloacas del cielo
para llenar las despensas de tu vena
sabemos tu oración,
tu oración de viejo junkie, niño diablo,
tu oración de la cordura
la sartén está humeando, el tocino listo,
la parafernalia y nosotros también,
lo sabes,
tu lugar está aquí
otro día sin tu nombre que se va, niño diablo,
sin decir nada,
caminando



Ayampe

el mar cubierto de hombres,
de uno solo,
un solo hombre, de arena,
arena de peces muertos
hombre de crucifijos y mujerzuelas,
que una noche de viernes santo
se juró rencor,
como quien monta una potra bronca
en su propia espalda
agarrándose siempre de las crines
de su cuello,
como aquel tornado
que nace egoista en la estrella del sur,
torbellino en agua verde,
agua verde del mar cubierto de hombres,
de uno solo,
un solo hombre, de arena,
arena de peces muertos,
por la que nadie nunca caminó




niebla

hace tiempo que Jeff Jones
me contó
que en un vuelo vio dragones,
en otro
vio huevos de dragón,
en uno más reciente
vio cazadores de dragones,
hombres cazadores de dragones,
vio sus armas y armaduras
vio sangre
vio ojos destrozados,
ojos sin reflejos
lo vio todo desde el cielo
en una imponente estrella de metal
acurrucado junto al Señor del Sith




hookers & gin

vengo de regreso del barrio Girasol, baby,
de caminar entre monaguillos interminables
y callejuelas desbocadas
vengo de veranear en bosques de jeringuillas
y de sortear paredes despilfarradas en el viento
vengo de buscarte entre vitrales de agua corriente
agua de viejas mujeres atrapadas en viejas iglesias,
vengo cobijado en perfume barato,
pero vengo solo,
a pesar de Marlene Dietrich y de Traci Lords
y de Winona Ryder y de Betty Page,
vengo solo
vengo de regreso del barrio Girasol, baby,
ocultándome en el amanecer,
vengo diferente,
vengo nuevo,
y no cambiaré por nadie el aroma de mis dedos
ni arriesgaré nunca más mis labios en tu despertar
a pesar de vos
vengo solo




oda a Bob Kane

cuántas mentiras tuviste que contar
hoy
en esta madrugada,
cuántos buses tuviste que esperar
prófuga de Arkham
niña de aluminio y barniz,
para llegar hasta su cuerpo
donde solo la oscuridad es bienvenida,
cómo esquivaste a la verguenza
que siempre asoma
frívola, enseñándolo todo,
tu cuerpo asustado
tus manos
como únicas
como solo ellas
como niñas rameras
niñas payasas
encarminadas las bocas de las manos,
él,
hombre de papel,
hombre alado de alas negras,
cosechando sudor de ángel,
te desvalijó las caderas, se bebió tu libreto
desde esta madrugada
Bruce Wayne encadenado
anida en tu burdel




María

soy yo,
reverso oscuro de tu reflejo,
alter ego de tus ángeles,
Yo
hombre de todos los hombres,
mamífero divino,
bípedo sobrehumano
que reina en tus pantanos,
soy yo
mírame
tócame
mi yesca no te volverá carbón,
mi luz eléctrica no te durará en la piel,
soy yo
el amo de tu cáliz,
el dueño de tu garganta,
el gamonal de tus orillas
y de tu mar
soy el hombre de todos los hombres, María
y el mío propio,
a la fuerza casi